La creatividad es hoy en día un requisito para las necesidades del siglo XXI
Es por ello que como se ha venido publicando en los recientes posts seguiré tocando el tema de la creatividad en el individuo.
Es una realidad decir que todos nacemos siendo creativos, con ojos que todo lo ven por
primera vez e interpretamos lo que van viendo hasta darle forma con un dibujo,
plastilina, con juegos… experimentamos con el mundo y no tenemos miedo de lo
que podamos encontrar, ni si a alguien le va a molestar que dibujemos la lluvia
verde.
Sin embargo, ya en la edad adulta, conozco a muchísima gente
(seguro que tú también, o incluso te pasa a ti mismo) que dice “no ser
creativa”. Así. Ya, pero… si todos llegamos con la misma capacidad, si todos
somos creativos y de niños jugamos, creamos y experimentamos todos por igual…
¿qué pasa por el camino?
Pues varias cosas:
· Lo primero es que nos meten en la escuela. Esto, a priori,
no tiene por qué tener nada malo (¡al contrario!) pero sí lo es cuando te hacen
someterte a ciertos baremos estándar para pasar de curso en forma de examen, y
te “enseñan” a no destacar sobre el grupo y cómo tienen que hacerse las cosas
para que estén bien hechas. No te queda otro que seguir estas instrucciones a
pies juntillas para pasar de curso. Tal y como está de desactualizado el
sistema educativo, aunque el profesor quisiese potenciar tu creatividad, lo
tiene bastante complicado…
· Luego, nos instalamos cómodamente en la llamada zona de
confort, en la que estamos a gusto y seguros solo con las cosas que conocemos.
Las razones que nos llevan a quedarnos en ella son muchas, pero entre ellas muchas
veces está el meternos en un trabajo repetitivo que, aún encima, no nos motiva.
Te acostumbras a que las cosas simplemente “son así” y esta rutina de despoja
de cualquier frescura de pensamiento y creatividad. Así que piensas que, por si
acaso, más vale bueno conocido que malo por conocer.
· Que surjan de inseguridades en ti es otra gran razón de
peso que va en contra de cualquier vida creativa. Son de orígenes de lo más
variados, desde el miedo al fracaso como escritor, a las opiniones de los demás
sobre tu corto o al terrible síndrome del perfeccionista. De todos ellos (y
más) hablaremos en sucesivos post
¿Soluciones? Muchas y poco a poco te iré dando muchas
claves. Pero, si este es tu problema, para empezar te recomiendo que:
– Primero que te des cuenta de tu potencial, de que todos
los tenemos y, aunque lo tengas un poquito dormido, todo es cuestión de ponerse
a ello y ejercitar esas ideas
– Haz una lista con todas las actividades que pienses que te
gustaría hacer. Puede ser de cualquier ámbito, tanto música, pintura,
fotografía, tejer… lo que se te ocurra
– Elige una (sí, de momento solo una), la que más te tire o
la que te parezca más asumible en tu situación actual
– Crea una pequeña disciplina creativa, es decir, márcate un
tiempo semanal que cumplirás religiosamente para desempeñar esta nueva
actividad. Empieza investigando sobre el tema o retomando cosas si es que ya
has hecho cosas en el pasado. Luego poco a poco ponte pequeñas tareas con
pequeñas metas.
Ojo que por actividad creativa no solo entendemos las
propiamente artísticas, como son la pintura, la escultura, el dibujo… un
biólogo o un matemático pueden ser extremadamente creativos en su ámbito y
desarrollar grandísimas y originales ideas.
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