Lo que es realmente necesario en la mayoría de las organizaciones (y en cualquier ámbito realmente) es un
proceso creativo orientado a soluciones de problemas y enfocado en la mejora de
resultados. Y eso implica la gestión. Y todo lo relacionado con la gestión
puede ser medido y analizado.
Hay algunas teorías y procesos sobre la creatividad en
organizaciones. Yo adopté en mis proyectos la tesis desarrollada por Jay Hall
que básicamente dice que, el desarrollo de la creatividad en una organización
es resultado de algunos vectores de su competencia organizacional.
¿Cuáles serían estos vectores?
Participación
La participación es necesariamente la división del PODER. Y
esto implica analizar:
El sistema de valores de gestión
La estructura organizacional (social y técnica)
La credibilidad gerencial
El clima laboral
Compromiso y Empeño
No hay posibilidad de compromiso y empeño sin sentimiento
verdadero de participación. Es decir, la gente necesita ver que puede hacer la
diferencia, que puede hacer “la cosa” suceder para involucrarse. El compromiso
y el empeño implican:
La potencia – posibilidad y sensación de desarrollar el
potencial individual
La consciencia de unidad y la interdependencia
organizacional
Finalmente, llegamos a la creatividad. Es decir, para poder
hablar en creatividad organizacional tenemos que NECESARIAMENTE comprender que:
La PARTICIPACIÓN genera COMPROMISO
El COMPROMISO estimula la CREATIVIDAD.
¿Y la creatividad?
Para tener creatividad e innovación como parte de la cultura
organizacional, es necesario:
El entorno de trabajo (recurso físico)
El contexto social (estímulos y políticas locales)
El proceso de solución de problemas
¿Parece complejo? En realidad es simple, pero tal vez no sea
fácil.
Pero el hecho, es que creatividad es parte de un proceso y
cultura organizacional y demanda mucho más que generar algunos impulsos
creativos.
Impulsos que tienden a morirse en seguida, sin los espacios
competentes de participación, compromiso y creatividad.
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